Haz fama y échate a dormir … Economía de la reputación
Por Lorena Martínez
La reputación se forma a partir de tres ejes: La percepción, nuestras actitudes y comportamientos y nuestros resultados
Empezaré definiendo ¿qué es la reputación? No es otra cosa que la forma en cómo construímos nuestra imagen y la sostenemos. A lo largo de muchas semanas hemos estado hablando acerca de cómo se conforma la imagen, pero la reputación es la consolidación de la misma en el tiempo. Es uno de los valores intangibles que aporta un valor distinto a nuestra marca, sea personal o corporativa, y coloca a la opinión pública en una posición distinta al momento de tomar una postura frente a nosotros o nuestra organización. Se construye gradualmente con mucho esfuerzo, pero puede destruirse en tan sólo unos minutos o en pocos días como le ha ocurrido a artistas como Gloria Trevi u organismos como Teletón.
La reputación se forma a partir de 3 ejes: La percepción, nuestras actitudes y comportamientos y nuestros resultados.
Lo primero para construir una buena reputación es hacer un análisis concreto y verdadero de cuál es nuestra imagen e identidad, es decir: Cómo nos ven, qué mostramos de nosotros y quiénes somos realmente.
Las 3 tienen que ser lo más congruentes para ir consolidando nuestra reputación. Si no es así, es momento de hacer una pausa y redirigir nuestros esfuerzos con un plan bien establecido respecto a cómo queremos construirla. La experiencia directa de las personas con nosotros y el mensaje que transmitan de boca en boca será fundamental, es por ello que hay que cuidar la apariencia, el lenguaje verbal y no verbal y el mensaje integral que queremos enviar.
En cuanto a qué nos hace distintos de los demás y cuál es nuestra promesa de marca, es decir, “quién soy y que hago diferente a los demás” es importante decir que debemos comunicarlo en los ámbitos personal, profesional y en el mundo digital. Existe una herramienta llama Klout que nos ayuda a medir nuestro impacto en las redes sociales.
Por último, debemos evaluar constantemente lo que se dice de nosotros, si estamos en la posición en la que queremos estar, si nos gusta la forma en que nos tratan, o bien si deseamos posiciones laborales y sociales distintas.
Una buena reputación ayuda a ser juzgados de una forma más benevolente, es por ello que hoy en día la economía de la reputación ha tenido un gran auge. Una reputación sólida nos abre puertas, nos ayuda en las crisis y nos brinda un diferenciador en la sociedad y en el mercado, para tener influencia con nuestras opiniones y decisiones.
Hoy Google es la empresa mejor percibida del mundo, tiene una reputación que vale millones, todos quieren trabajar ahí. Colaboradores felices y productivos, clientes satisfechos y una marca que vale millones de dólares, eso es la reputación actualmente.