Policía en México con problemas de infiltración
Policías locales y municipales continúan presentando problemas de infiltración del crimen organizado en México, declaró el responsable antidrogas del Departamento de Estado, William Brownfield, durante una audiencia presentada ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Durante la sesión, dijo que a nivel estatal aún se percibe en gran medida el patrón en el que la policía resulta parte del problema y no de la solución. Detalló que en el país continúan percibiéndose informes “impactantes” de asesinatos y violencia. “La infiltración es un problema muy serio” y la intimidación a estos cuerpos de seguridad y a sus familias son un asunto que debe resolverse, expresó.
No obstante, declaró que el gobierno de México, con la asistencia de Estados Unidos a través de la asistencia de la Iniciativa Mérida, ha tenido resultados importantes como la detención o muerte de delincuentes, incluyendo 23 de los criminales más buscados desde diciembre del 2009.
A través de esta Iniciativa se ha incrementado la movilidad de las fuerzas de seguridad mexicana, “gracias a su apoyo, Estados Unidos ya ha entregado ocho helicópteros Bell al Ejército de México (Sedena), tres helicópteros Black Hawk a la Armada de México (Semar) y cuatro helicópteros Black Hawk de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Policía Federal”.
Las tasas de homicidio y el crimen persistentemente en toda América Central, el Caribe y los informes horribles de violencia dentro de México son síntomas de un clima general de inseguridad en toda la región, expuso el funcionario estadounidense. Dicha situación se ve agravada por la pobreza generalizada y el desempleo.
La amenaza del crimen organizado “socava y plantea profundos desafíos a la buena gobernanza, la seguridad ciudadana y el imperio de la ley. Y en ausencia de estos principios fundamentales, el crimen trasnacional, las pandillas y otras actividades ilícitas pueden florecer en muchos países, amenazando la estabilidad y la seguridad pública”.
Actualmente, 95 % de la cocaína de América del Sur va destinada a Estados Unidos y transita por el pasillo de Centroamérica-México. Con estas actividades viene la violencia debido a las batallas entre grupos criminales por territorio y rutas de tránsito; los enfrentamientos entre delincuentes y fuerzas del orden, y el crimen violento impulsado por el consumo de drogas.
En el 2008, anticipando que los esfuerzos de México para impugnar los cárteles se traduciría en el movimiento de las rutas de tráfico en otro lugar, el gobierno de Estados Unidos formó una alianza con las naciones de América Central para aumentar su capacidad de seguridad, dando como resultado la Iniciativa Regional de Seguridad para América Central.
