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EL PACTO DE MOCHILAS

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§  100 días, evaluación ineludible

§  Luego de la soberbia, a resarcir daños

§  El Pacto Social con 10 acuerdos

§  Tesorería, dependencia a la que muchos rehúyen

 

EVALUACIÓN INELUDIBLE Aunque más simbólico que representativo, el periodo de los primeros 100 días de gobierno, en este caso municipal, son un parámetro en el que tanto ciudadanos como analistas, incluso los propios gobernantes deciden evaluar cómo se encuentra la administración pública, si el arranque ha cubierto expectativas de gobernantes y gobernados, o bien, dónde se debe dar el apretón de tuercas o de plano si debe haber cambio de timón.

Si bien se trata de un periodo muy tempranero para hablar de resultados, lo cierto es que un ciclo de gobierno tan corto como los tres años de los gobiernos municipales, no admite pereza en la aplicación de de políticas, decisiones y acciones de gobierno. Aunque Ramón Guerrero nunca se trazó como ruta o meta los 100 días de gobierno para hacer una evaluación o primer corte caja, la evaluación es ineludible. Lo que sí es un compromiso, aunque aún está muy lejos es el referéndum al año y medio de gobierno, el cual, dice Ramón, “esa será la verdadera prueba”.

LUEGO DE LA SOBERBIA, A RESARCIR DAÑOS.  La inestabilidad política y económica en la que se ha visto envuelto el gobierno municipal  de Ramón Guerrero provocó la imperiosa necesidad de buscar soluciones para que el actual gobierno no colapse, ya sea por ingobernabilidad, o falta de acuerdos que impidan el desarrollo del municipio. La respuesta, un pacto social, que el alcalde llama “un gran acuerdo por Puerto Vallarta”, mismo que será anunciado e implementado este mismo mes de enero.

Y como no, si la falta de consensos (más por oficio y pericia política, incluso soberbia política) ha derivado en un estancamiento, o por lo menos no le han permitido al gobierno mochilista siquiera despegar con la aplicación de sus políticas y programas de gobierno anunciados o cacareados en campaña. Ante esto, los orgullos del alcalde y sus seguidores, pero también los de la oposición que no termina por aceptar que el que ganó tiene mano, tendrán que pasar a otro plano, si no quieren pasar a la historia como el gobierno más inoperante y testarudo de la historia.

Si a nivel nacional Enrique Peña Nieto logró sentar a los presidentes de los tres principales partidos políticos (PRI, PAN y PRD) para firmar  lo que se llama “Pacto por México” y que tuvo en general una buena aceptación en la opinión pública, a nivel municipal Ramón Guerrero pretende hacer su pacto, no con los dirigentes partidistas municipales, que no han mostrado altura de miras, sino con los regidores de oposición, a quienes sí necesita para gobernar sin grandes sobresaltos, como los que a la fecha se han dado.

Un pacto social suele representar un consenso (producto del diálogo y escuchar )  entre los principales actores de una sociedad respecto de la orientación que deben tener las principales políticas económicas y sociales. Si Ramón Guerrero quiere tener éxito en el lanzamiento de su pacto o “Gran Acuerdo por Vallarta”, deberá primero, ser incluyente, no solo con los actores políticos y sociales, sino con los económicos como las cúpulas empresariales y los grandes inversionistas del municipio; incluso con los medios de comunicación que hasta  ahora le han concedido el beneficio de la duda, al menos los  verdaderos medios de comunicación y periodistas, pero que a partir de ahora pudieran ser diferentes.

PACTO CON 10 ACUERDOS. El alcalde Ramón Guerrero hará de su pacto social y político, un acuerdo con 10 puntos, lo que, según sus propias palabras,  permitirá “trazar una ruta de gobernabilidad y certidumbre, donde todos los actores políticos, sociales y empresariales, estarán formando parte de este gran acuerdo por Puerto Vallarta”. 

Con la expectativa alta, Ramón Guerrero dice que “será un pacto social que involucre a todas las fuerzas políticas, a todos los que han mostrado en los últimos años su sentir y forma de pensar y han deseado lo que se haga en la ciudad, (lo cual)  queremos que se asiente en un pacto social, en el que todos lo toquemos para bien, y nadie se suba para destruirlo… es la oportunidad para sumar a todos los actores políticos de nuestra sociedad, incluso involucrar  a actores estatales y federales para que juntos saquemos a Puerto Vallarta adelante”.

Aunque no se sabe ni se espera gran cosa en cuanto a las especificaciones de esos 10 puntos, el verdadero reto será el consenso que seguro ya empezó a trabajar con los principales actores, principalmente los regidores de oposición.  

Antes, o después de este pacto con 10 acuerdos que a la brevedad será anunciado, también se presentará  el “plan estratégico del gobierno municipal con indicadores”,  con el que se pretende sistematizar y evaluar desde el interior del gobierno las acciones del mismo. A su vez esto tendrá que derivar en el Plan Municipal de Desarrollo que obligadamente se tiene que presentar. de Desarrollo Municipal

TESORERÍA, DEPENDENCIA A LA QUE MUCHOS REHÚYEN. Y mientras la parte política deseada se cocina con el pacto del Mochilas, en el terreno de la administración y gobierno cotidianos, este lunes 7 de enero fue presentado el tercer tesorero  del gobierno municipal en menos de 100 días de gobierno. Samuel Octavio Pelayo Paz, es ya la tercera persona al frente de la Tesorería Municipal, luego de que Gabriela Reyes y Benito Carranco renunciaran al puesto.

Algo tiene la tesorería municipal vallartense y los manejos a los que seguro son obligados sus titulares, que ni siquiera el experimentado Ignacio Guzmán García vislumbró la posibilidad de estar al frente de esta dependencia.  Habrá que ver cómo se maneja y si ahora sí hay tesorero para rato una vez que sea aprobado por el pleno del Ayuntamiento.