El anquilosado PAN vallartense
El PAN en Puerto Vallarta sigue cavando su tumba, y ante cualquier intento de rescate como los ha habido, los mochos panistas saltan con su cantaleta de principios, valores o mística panista, enterrando así la posibilidad de hacer resurgir a este partido con la incorporación de nuevos cuadros, de nuevas ideas, de nuevos dirigentes, de nuevas formas de trabajo y hacer política
Por Osvaldo Granados
El PAN está casi muerto, pocos, muy pocos se interesaron ayer en la elección de su nuevo dirigente a nivel nacional; ni los propios militantes panistas tuvieron el interés en acudir a votar.
Juan José Peri Cuevas y Humberto Muñoz Vargas, no se cansan de perder, pues una vez más el candidato que apoyaron y por el que votaron no ganó: Javier Corral. El triunfo aplastante a nivel nacional fue para el relativamente joven Ricardo Anaya.
No obstante, en Puerto Vallarta, la cargada hacia el candidato Javier Corral funcionó, ya que logró imponerse por mucho a su adversario, pues consiguió 204 votos contra los 82 votos que obtuvo Ricardo Anaya Cortés. En cambio, a nivel Jalisco y a nivel nacional el ganador fue Ricardo Anaya Cortés. Los resultados completos a nivele estatal y nacional están en la sección Puerto Vallarta de este diario digital. ( … ).
Si a nivel nacional y a nivel estatal el panismo está de capa caída, en Puerto Vallarta esta prácticamente muerto gracias a la cerrazón, pero también al acaparamiento y “liderazgos” mal llevados, así como el secuestro del que es objeto el PAN por algunas familias que se sienten dueñas del panismo vallartense.
Ante este negro panorama, panistas viejos y jóvenes han tenido que huir a otros partidos, otros más no hayan cómo acercarse o subirse a la maquina locomotora en la que se ha convertido ya el Partido Movimiento Ciudadano, pero los que se quedan en el anquilosado PAN vallartense simplemente esperan el resurgimiento de entre las cenizas del que apenas hace unos años era gobierno y más recientemente una oposición real en los cabildos vallartenses. Mientras tanto, la mayoría de la militancia y simpatizantes navegan en la desesperanzada y muchos otros se manifiestan con su apatía como lo refleja el escandaloso abstencionismo de la elección de este domingo 16 de agosto, donde más del 70% de los panistas vallartenses no acudieron a elegir a su dirigente nacional. De ese tamaño es la escandalosa apatía entre los panistas del puerto.
El PAN pues, sigue cavando su tumba, y ante cualquier intento de rescate como los ha habido, los mochos panistas saltan con su cantaleta de principios, valores o mística panista, enterrando así la posibilidad de hacer resurgir a este partido con la incorporación de nuevos cuadros, de nuevas ideas, de nuevos dirigentes, de nuevas formas de trabajo y hacer política.
Por cierto, para no dejar a dudas con el título de esta columna, anquilosar quiere decir: paralizarse, detenerse en su evolución. Y justo así está el PAN en Puerto Vallarta, paralizado, detenido en su evolución.
