Los popotes no son lo más dañino para el planeta, es tu ropa
Un nuevo estudio encontró residuos de nylon y poliéster en decenas de animales marinos que han muerto en los últimos años
Todos sabemos que los popotes de plástico no son nada ecológicos, de hecho, casi siempre terminan flotando en el mar y atorados en la nariz de tortugas indefensas, y otros animales marinos, que no tienen manera de sacarlos. Así que dejar de usarlos (o buscar opciones más responsables, como los popotes de papel o de acero) probablemente es buena idea. Además, cada pequeña acción en favor de reducir la contaminación por plástico ayuda combatir el calentamiento global, pero la mala noticia es que si lo único que estás haciendo por el planeta es dejar de usar popotes, entonces realmente no estás haciendo mucho.
Dejar de usar popoetes es un buen paso en la dirección correcta, pero los popotes no son el peor enemigo del mundo y hay un nuevo estudio que prueba que hay otras cosas que están causando mucho más daño y que seguimos consumiendo de forma descontrolada, sin saber que eso es lo que más daño causa.
El plástico es el peor enemigo del planeta, se tarda cientos de años en degradarse y produce montañas de basura (literalmente). Y los océanos son los que se llevan lo peor. Pero los popotes son solo una pequeña parte de lo que los está destruyendo.
La Universidad de Exeter encontró fragmentos de plástico en miles de cadáveres de ballenas, delfines y focas. Fragmentos que no provenían de los popotes o bolsas de plástico, sino de las fibras sintéticas utilizadas para crear la camisa que traes puesta, tus jeans favoritos o el suéter feo que te compraste como una broma en Navidad.
84% de las partículas encontradas pertenecían a fibras de ropa, mientras solo el 16% pertenecía a otros objetos de plástico (como bolsas, popotes y vasos). La mayoría de estos residuos (el 60%) eran fibras de nylon, un material que se usa para crear calcetines, pants, ropa interior y otras piezas de ropa. Aunque no se sabe si estos fragmentos mataron a los animales, sí se sabe que es un problema grave y que, sin saberlo, al comer pescado hemos estado comiendo nuestra propia basura.
Louise Edge, de Greenpeace, dijo que este es un descubrimiento vergonzoso y revela la realidad del nivel de contaminación que se ha alcanzado en los mares de todo el mundo. Pero realmente no necesitamos que nadie nos diga que esto es lamentable, eso ya lo sabemos.
Según los reportes, unas 12 toneladas de plástico son arrojadas al mar cada año, y aunque ya hay compañías y organizaciones (como Parley) haciendo un esfuerzo por limpiar el desastre, todos vamos a tener que poner de nuestra parte si no queremos acabar sepultados en ropa vieja y productos de plástico, o si queremos volver a los tiempos en los que nuestro pescado no venía sazonado con un toque sintético.
Tal vez te la quieras pensar dos veces antes de gastar tu dinero en una camisa que no necesitas o en renovar tu clóset cada temporada. Deberías empezar a considerar usar tu ropa muchas veces (nadie te va a juzgar por no cambiar tus jeans hasta que se caigan a pedazos), por lo menos si quieres dejar de contribuir a la contaminación de los océanos.
Además, CNN reportó que, en los próximo años, el color del mar va a cambiar a causa del calentamiento global, pero no esperes olas moradas o anaranjadas, los tonos azules se van hacer más azules y los verdes más verdes. Suena bonito, pero no lo es. (Con información de GQ)