¿Cómo elegimos y qué hace que confiemos o no en las personas?

 Por Lorena Martínez

                       Consultor de Imagen

Nuestra vida está rodeada de esos instantes en los que vamos decidiendo qué camino tomamos, qué carrera estudiamos y qué pareja elegimos. En cierto modo, nuestra identidad va siendo impactada por esas elecciones que hacemos a lo largo de nuestras vidas ya que van moldeando nuestra personalidad y nuestra imagen. La pregunta es ¿cómo sucede este proceso en nuestras mentes? Existen varias teorías acerca de cómo elegimos y categorizamos información en nuestro cerebro, como la del cerebro triuno, que sostiene que todos tenemos tres: El reptiliano o más básico, el límbico o emocional y el racional o córtex cada uno está motivado por distintas necesidades. 

Estudios recientes han demostrado que nuestras elecciones no son tan racionales como pensamos, la necesidad de seguir el comportamiento de los grupos tiene que ver con el instinto de supervivencia, los animales como los humanos siguen al líder y se mantienen en grupo.

El lenguaje no verbal cobra relevancia en el proceso de construcción de imagen, ya que el cerebro busca en pocos segundos encontrar elementos para clasificar a la persona que tiene enfrente y decodificar estos estímulos, su ropa, su manera de hablar, de moverse, el contenido de su discurso, etc. Con el fin de reafirmar o rechazar el mensaje que intenta enviar el interlocutor. 

Por ejemplo, si una persona dice que es responsable, minuciosa en el trabajo, que es exitosa, el escáner cerebral intentará revisar elementos como la indumentaria, los zapatos, la tarjeta de presentación, su lenguaje corporal para tratar de encontrar incoherencias y así calificar a la persona. Si los elementos que identificamos con las personas de éxito están presentes le creeremos, de no ser así rechazaremos el discurso y a la persona.