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¿Por qué es importante tener una comunicación corporal efectiva?

Escrito por Lorena Martínez Ramírez on . Posted in Imagen DNA

 Por Lorena Martínez Ramírez  

                     Consultor de Imagen Pública 

Una buena comunicación es clave para tener una relación exitosa en nuestra vida personal y profesional, pero no sólo la comunicación verbal, pues la mayoría de las veces son nuestras expresiones, gestos, contacto visual, nuestra postura, e incluso el tono de voz destacan más que nuestra voz misma. Si tenemos la capacidad para utilizar nuestro lenguaje corporal tendremos una poderosa herramienta que nos ayudará a conectarnos con otras personas, a expresar lo que realmente queremos e incluso a construir mejores relaciones. 

Al interactuar con otras personas damos y recibimos señales aún sin decir palabras; todo lo que hacemos sin hablar, nuestros gestos, la manera de hablar, la forma de sentarnos, nuestra cercanía y el contacto visual es algo que nos destaca, no necesitamos hablar, porque incluso al estar callados nos comunicamos de manera no verbal.

Al comunicarnos con otra persona muchas veces nos contradecimos entre lo que hablamos y lo que dice nuestro lenguaje corporal, por lo que la persona con quien estamos en la mayoría de los casos preferirá la segunda opción, pues nuestros verdaderos sentimientos e intenciones los transmiten nuestros gestos de manera inconsciente.

Si lo que decimos con la voz está de acuerdo con nuestras señales no verbales, la persona que nos está escuchando aumentará su confianza en nosotros, en caso contrario esto le generará desconfianza, confusión e incluso tensión contra nosotros.  Una de las claves para ser un buen comunicador es ser sensible ante las señales corporales de los demás, además de las de uno mismo.

Existen muchos tipos de comunicación no verbal, entre los que se encuentran:

Las expresiones faciales: Sin necesidad de decir una sola palabra el rostro humano es capaz de expresar un sinnúmero de emociones; las expresiones faciales son universales, pues la felicidad, tristeza, enojo, sorpresa, miedo y asco son las mismas en todas las culturas.

Los movimientos del cuerpo: Este tipo de comunicación no verbal incluye nuestra postura, el porte y los movimientos sutiles, pues la forma de movernos comunica una gran cantidad de información al mundo. Las percepciones que tenemos de las personas están afectadas por la forma en que se sientan, caminan, se ponen de pie, o la postura de la cabeza.

Gestos: Utilizamos los gestos en nuestra vida diaria, nos saludamos, hacemos señas y usamos nuestras manos cuando estamos discutiendo o hablando animadamente, expresándonos a través de nuestros gestos sin pensarlo. Sin embargo, debemos tener cuidado con nuestros gestos, pues su significado puede ser muy diferente a través de culturas y regiones, por lo que es importante tener cuidado para evitar malas interpretaciones.

Contacto visual: El contacto visual es un tipo especialmente importante de la comunicación no verbal, dado que el sentido de la vista es dominante para la mayoría de la gente. La forma de ver a alguien puede comunicar muchas cosas, incluyendo el interés, el afecto, la hostilidad o la atracción.

El tacto: Nos comunicamos mucho a través del tacto, enviando mensajes a través de un apretón de manos, una palmadita en el hombro, un abrazo, una palmada tranquilizadora en la parte posterior, en la cabeza o un apretón en el antebrazo.

La distancia: Todos tenemos la necesidad de espacio físico, a pesar de que la necesidad es diferente dependiendo de la cultura, la situación, y la cercanía de la relación. Podemos utilizar el espacio físico para comunicar diferentes mensajes no verbales, entre las que se encuentran las señales de la intimidad y el afecto, la agresión o la dominación.

Voz: El tono que utilizamos al hablar puede indicar sarcasmo, ira, afecto o confianza, esto es, no importa lo que decimos, sino cómo lo decimos. Cuando hablamos, otras personas "leen" nuestras voces, además de escuchar nuestras palabras. Las cosas a las que los demás prestan atención tienen que ver con el ritmo, lo fuerte que hablemos, el tono, la inflexión, y los sonidos que transmiten conocimiento, tales como "ahh" y "ummmm".