25 países crearán la reserva marina más grande del mundo
El acuerdo, sellado finalmente en Hobart, Nueva Zelanda, abarca 1.6 millones de kilómetros cuadrados del mar de Ross, cerca de Nueva Zelanda, de los cuales tres cuartas partes serían una zona de prohibición de pesca.
Los países que deciden el futuro de las aguas de la Antártida, incluidos Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, llegaron ayer a un acuerdo histórico que contempla la creación de la reserva marina protegida más grande del mundo.
El acuerdo es producto de años de negociaciones de alto nivel entre Estados Unidos y Rusia, que se oponía a la iniciativa.
Los impulsores del proyecto dicen que sienta un precedente que podrá ser tomado en cuenta por numerosos países que intentan proteger sectores oceánicos que no son parte de las aguas territoriales de ninguna nación.
El acuerdo, sellado finalmente en Hobart, Nueva Zelanda, abarca 1.6 millones de kilómetros cuadrados del mar de Ross, cerca de Nueva Zelanda, de los cuales tres cuartas partes serían una zona de prohibición de pesca.
El pacto fue sellado en una reunión de los 25 miembros de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR, por sus siglas en inglés) en Hobart, Australia, incluidos Estados Unidos, Rusia, China y la Unión Europea.
Las decisiones sobre la pesca en la Antártida requieren el visto bueno de todos los miembros de la Comisión, lo que hasta ahora nunca se había logrado.
Estados Unidos y Nueva Zelanda han estado impulsando esta iniciativa por años. Lanzaron la propuesta formal en 2012, la cual fue rechazada cinco veces antes de su aprobación. Ucrania, China y Rusia habían expresado dudas en el pasado. Los dos primeros ya las habían dejado de lado y sólo faltaba el visto bueno de los rusos.
Varios países pescan la lucrativa corvina en las aguas que rodean la Antártida.
El ministro de relaciones exteriores neozelandés, Murray McCully, dijo que el acuerdo tiene algunas concesiones a Rusia, incluidos ajustes a las zonas delimitadas y autorización para pescar en determinados sectores.
De todos modos, aseguró sentirse gratamente sorprendido de que Rusia y Estados Unidos hayan logrado llegar a un acuerdo en medio de tantas tensiones relacionadas con la situación en Siria.
“Esto es prueba de que nunca se pueden sacar conclusiones por anticipado”, expresó. “De vez en cuando tenemos suerte”, resaltó.
“Hemos trabajado en esto por años y sufrido muchas decepciones”, declaró el delegado estadunidense Evan Bloom, quien dijo sentirse “muy feliz” de haber llegado a un acuerdo.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, emitió un comunicado en el que indicó que el pacto “protegerá una de las últimas zonas oceánicas vírgenes que quedan en nuestro planeta”. (Con información de Excélsior)