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Dedicado veinte años de su vida al servicio de los usuarios, mi trabajo es mi pasión

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Su principal función es reparar las calles afectadas por los trabajos de rehabilitación que realiza el sistema, una labor que desempeña con entusiasmo aunque muchas veces se enfrenta al descontento y malestar de la gente


Manuel Rivera Almeida ha dedicado veinte años de su vida al servicio de los usuarios del Seapal Vallarta como Oficial en el Departamento de Micromedición, un puesto que le ha dado la oportunidad de vivir grandes experiencias y le ha permitido distinguirse como uno de los colaboradores más responsables y entregados del organismo.

Su principal función es reparar las calles afectadas por los trabajos de rehabilitación que realiza el sistema, una labor que desempeña con entusiasmo aunque muchas veces se enfrenta al descontento y malestar de la gente.

“Nosotros los oficiales de Seapal nos encargamos de reparar las calles después de que se ha hecho algún trabajo, desgraciadamente no siempre se puede hacer de manera inmediata porque las condiciones de las banquetas no nos ayudan, debemos dejar secar el material o simplemente hay mucho zacate que no nos deja hacer bien nuestro trabajo, eso la gente no lo ve, pero nosotros entendemos su enojo y tratamos de darles siempre el mejor trato para que se queden contentos” explicó Rivera Almeida.

En este sentido, Don Manuelito como es conocido cariñosamente por sus compañeros y amigos, describe su trabajo como su gran pasión ya que es el oficio que ha ejercido durante toda su vida y durante las últimas dos décadas dentro de la paraestatal. “Ya son veinte años aquí, entonces Seapal ya es mi segundo hogar, me gusta mucho lo que hago y todavía quiero dedicarme unos añitos más a esto” expresó.

El colaborador del Sistema reconoció la calidez del actual director del organismo, César Abarca Gutiérrez quien dijo ha sido el titular que más ha trabajado por el bienestar de los trabajadores “No me había tocado la oportunidad de saludar de mano al Licenciado César, siempre que nos ve nos da una sonrisa sin importar si somos de campo o de oficina, él siempre es muy amable con nosotros; la verdad a mí no me gustaba ir a los convivios porque nunca nos dejaban llevar a la familia y con este director no sólo nos deja que si nos acompañen, sino que nos ve a todos como una familia” declaró en entrevista.

El colaborador del Sistema agradeció el apoyo y cariño que ha recibido de parte de su esposa Herminia Rivera Chávez con quien ha compartido 38 años de vida y con quien ha formado una hermosa familia en compañía de sus tres hijas María Jesús, Emma Elizabeth y Brenda Raquel y de sus cinco nietos.

 

Aunque para Don Manuelito veinte años han pasado sin sentirse, lo cierto es que para el organismo él es ejemplo de humildad, constancia y lucha; es sin duda un colaborador que nos demuestra con hechos, que no hay pretexto que nos impida vivir con entusiasmo todos los días.

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