Desinterés y apatía marca la elección judicial en Puerto Vallarta
Pese a los esfuerzos del Instituto Nacional Electoral (INE) y la logística desplegada para esta elección, la respuesta ciudadana fue mínima, evidenciando retrasos, apatía y desinterés profundos entre la población y este tipo de ejercicios democráticos.
Por Osvaldo Granados
La jornada de la elección judicial extraordinaria celebrada ayer 1 de junio en Puerto Vallarta transcurrió entre casillas vacías, retrasos en la instalación de mesas receptoras y una apatía generalizada por parte del electorado. Aunque se lograron instalar 160 casillas, el balance fue claro: la ciudadanía le dio la espalda al proceso.
Desde las primeras horas de la mañana, los centros de votación ubicados tanto en la zona urbana como en comunidades rurales lucieron con poca o nula afluencia. Funcionarios de casilla reportaron un inicio complicado por la ausencia de varios integrantes, lo que retrasó la apertura de múltiples puntos de votación.
Para muestra un botón, en la casilla de la sección 1960, ubicada en la colonia Díaz Ordaz, la presidenta Gabriela García relató el panorama: “Empezamos tarde porque no se presentaron algunos funcionarios. Comenzamos la votación a las 9:55 de la mañana. Después de eso tuvimos algo de afluencia, pero al mediodía ya era muy poca; llegan de dos en dos cada cierto tiempo. La verdad, ha sido una jornada muy tranquila, pero no por organización, sino porque casi no ha venido gente a votar.”
Esta escena se repitió en la mayoría de las 101 casillas básicas, 58 contiguas y una especial instaladas en el municipio.
En fraccionamientos densamente poblados como Ecoterra y comunidades rurales como El Ranchito, los retrasos en la instalación de casillas se debieron a la falta de funcionarios designados quienes simplemente no se presentaron y algunos adujeron problemas médicos. Tras la instalación tardía y demás contratiempos, el flujo de votantes no mejoró a lo largo del día.
Pese a los esfuerzos del Instituto Nacional Electoral (INE) y la logística desplegada para esta elección —inédita por permitir el voto directo para definir cargos del Poder Judicial—, la respuesta ciudadana fue mínima, evidenciando apatía y desinterés profundos entre la población y este tipo de ejercicios democráticos.
