Imagen pública: Arma (no tan) secreta para tu carrera profesional
Por Lorena Martínez Ramírez
Consultor de Imagen
Una imagen pública sólida puede catapultar tu carrera profesional. Toma en cuenta que ésta se ve afectada para bien o para mal cada que estás en línea y aportas una publicación o participas en otra. Te invito a reflexionar: ¿Cuántas veces has analizado detenidamente cómo te quieres proyectar? este es el momento para empezar a hacerlo.
Nadie que esté medianamente consciente y que busque una consolidación profesional, es capaz de publicar fotografías suyas, por ejemplo, recién levantado en día laboral con copys como "Aquí, casual, sin ganas de trabajar" o "Que el mundo ruede, hoy no me interesa nada ni nadie", frases ideales para que no te tomen en cuenta tus superiores en el trabajo y claro, con ese tipo de expresiones nunca llegarías a ser un referente aspiracional.
Hay una forma de medir tu evolución: Revisa el timeline de tu red social preferida y compara lo que escribiste hace un año con lo que posteaste hoy. Sé muy sincero y contéstate si hay un cambio positivo o negativo y si tu lenguaje es el mismo. Esto último puede significar:
a) Que has crecido (en lo profesional o personal).
b) Que mantienes una congruencia con tus principios.
c) Que no has podido dar un plus a tu propuesta.
¿Cuál es la respuesta?, la conoces y piénsalo bien porque, adivina: Se nota.
El escritor Bruce Kasanoff considera que cada vez leemos menos en línea, pero de todas formas, lo que escribamos llevará nuestra firma. La misma evolución de los softwares y gadgets, se inclina cada vez a una comodidad mayor y esa facilidad para comunicarnos, curiosamente reduce gradualmente nuestro discurso.
Busca un punto medio en el que no subestimes la posibilidad y alcance de las redes sociales ni sobre expongas tu vida personal, para que tu imagen profesional predomine, esto implica que aunque muestres tus cualidades de la manera más clara y adecuada al rubro en el que te desempeñes. Recuerda: Para que tu imagen pública sea sólida y perdure así, no debe ser accidental, sino planificada.
¡Hasta la próxima!